Ito, ita, illo, illa
(Artículo publicado en la sección Club Diógenes de El Diario de Ávila el martes 25 de junio de 2019) Mientras algunos estudiantes se preparan en esta última semana de Junio para la segunda convocatoria de la antigua selectividad y otros, rezagados y adormecidos, ultiman convocatorias universitarias, TFGs y toda suerte de trabajos, media España, rezongona y abotargada, se prepara para el habitual cambio de lenguaje que se produce en estas fechas. De la solemnidad invernal, de los superlativos al compás de los hielos y termómetros, pasamos a un castellano en diminutivo, que se saca del cerebro con la misma celeridad con la que se encuentran los bañadores, camisetas y pareos del fondo del armario. Esas prendas mínimas, coloridas, descansan mezcladas con un calcetín suelto y una manta de lana de la abuela, de la que nadie se acordaba. Media España ama el verano, media España quiere un verano perpetuo de playita, terracita, piscinita, verbenita y ligoteo. Media España suspira por abrasa