De buena mañana. 2 de diciembre. Deambulatorio.
(De buena mañana) Deambulatorio. - Por primera vez en muchos años encontré abierta la iglesia de Santa Maria del Giglio en Venecia. Es un ejercicio egocéntrico y onanista de culto a la propia familia, genuino en La Serenissima y que sería imposible en cualquier otro lugar. De allí al Canareggio y el ghetto judío en un precioso atardecer. Recordé el Mercader de Venecia. Tuve que cubrirme la cabeza para visitar la sinagoga española y la levantina y salimos de allí justo a la hora en que los judíos jasídicos regresaban a sus casas, con sus sombreros, levitas y tirabuzones. Venecia es en esta época y en este barrio un oasis. Dije una vez que no volvería. Pero sí, volvería mil veces. A esa Venecia incógnita, solitaria y triste. - En Verona tengo la oportunidad de saludar a Filippo Destrieri. Durante muchos años fue la mano derecha de Franco Battiato, cuyo prestigio musical y ético no ha descendido un ápice en Italia. Have años, en el maremágnum de la política italiana, se pedía a voces qu