(De buena mañana) Compañía. - Tu problema es que estás muy a gusto solito , me dijo una chica con cierta inquina hace unos cuantos años, pensando que este sería el resorte o latiguillo que me haría saltar, negar esa evidencia, hacer un esfuerzo. - Pues sí, le dije sonriendo - no te lo voy a negar. Fue la última vez que nos vimos y que hablamos. - Amo a Sondheim , que es, para quien no lo conozca, el más inteligente, el más difícil, el más sorprendente de los compositores de musicales. Stephen Sondheim, neoyorquino, judío, gay, sarcástico, locuaz e irónico, nos dejó el año pasado pero creo que sus musicales van a aguantar muy bien la pátina del tiempo, las modas escénicas de cada momento. Hace ya mucho que compré una de las pocas versiones en CD que existen de Company. Después, hace unos seis o siete años tuve ocasión de verlo en el Southwark Playhouse de Londres, cuando este teatro todavía estaba bajo la estación de metro de London Bridge. (Sí, estabas en medio de la representación