Un millón de vivos o de muertos
(Artículo publicado en la sección Club Diógenes de El Diario de Ávila el martes 7 de abril de 2020) En alguna de las clases de este truncado trimestre, leía yo a mis alumnos el famoso poema de Dámaso Alonso en el que el autor, en los inicios de la postguerra, hablaba de Madrid como una ciudad de un millón de cadáveres. Años antes, y con motivo de su extraño viaje a Nueva York, Lorca anotó que no hay “más que un millón de carpinteros que hacen ataúdes sin cruz”. Un millón de muertos en Madrid, un millón de ataúdes en la ciudad que no duerme. El poder de las cifras y su transmisión directa en el verso nos hacen recordar estos días que Madrid y Nueva York son algunas de las ciudades más azotadas ahora mismo por el virus. Nadie podía imaginar el poder que ejercerían algunas de las lecturas realizadas en años en una situación como la que vivimos. ¿Nos salvan estas lecturas? No siempre, pero nos acompañan. En todo caso, de manera más o menos acertada, los artículos de la prensa se han ll