De buena mañana. 22 de diciembre. Saldrá el 8.
(De buena mañana) Saldrá el 8. - Mientras tomo un café, me aborda un hombre pequeño, diminuto, de hombros torcidos. Mira hacia arriba y me dice: tengo el 8. Va a salir mañana. Esbozo una sonrisa compasiva y le digo que no, que muchas gracIas. Se arrepentirá de no haber cogido el 8, insiste. A dos metros de la barra, dos trabajadores le hacen caso y le compran el 8. Puede que hoy se hagan ricos y se compren una casa, un coche nuevo de alta potencia, coman marisco y se cambien de novia o busquen una de reemplazo. Yo no tengo el 8. Tampoco sé qué tengo en ese bombo de las vanidades y la envidia. Y si juego algo, como nos ocurre a todos, habrá sido por envidia precautoria, una especie de riqueza condicional. Por si al otro le toca, que tú no seas menos. Lástima que no llevo el 8. En la puerta de los grandes almacenes el pequeño hombre recuenta sus boletos. Lo hace con brío, de manera ágil. Se guarda algunos billetes en los bolsillos del chaleco y coloca otros números delante. Se acer...