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Aventureros

(Artículo publicado en la sección Club Diógenes de El Diario de Ávila el martes 11 de febrero de 2020) Los viejos aventureros narraban a su regreso toda suerte de proezas y visiones, aquellas rutas mágicas y sus recuerdos de ultramar. Hablaban en sus crónicas de palacios imposibles, de templos perfectos de doradas maravillas, dragones, titanes, filibusteros y estrellas que surgían en la noche oceánica. Nuestros tiempos no dan para más: el sudeste asiático está a la vuelta de la esquina, Nueva York es poco más que una estación de paso, y las maravillas de Roma son un manjar apetecible pero frecuente, revisitado, en el que coincidirás inevitablemente con ese vecino al que no saludas ni en la escalera. Londres es un río del que ya conocemos como la palma de nuestra mano su lado norte mientras nos aventuramos un poco en los antaño conflictivos sur y este. Y Madrid, Madrid es nuestro barrio y Valencia su playa. Ah, la Malvarrosa a tres horas de la capital. Viajamos de continuo, venimos...

Por la indiferencia

(Artículo publicado en la sección Club Diógenes de El Diario de Ávila el martes 14 de enero de 2020) Yo pasé la etapa universitaria en los noventa. Y fue una suerte. No me pillaron ni los años de la transición ni los primeros compases de la democracia, donde posicionarse políticamente era casi una asignatura obligatoria. Y pobre del que no lo hiciera. Años en los que, cada dos por tres, se suspendían las clases por una huelga, una reivindicación, un compromiso. Algunos felices, como era lógico pensar en esa incipiente democracia de cambios; en otras ocasiones, las protestas eran extremas, imposibles y hasta absurdas. Los noventa, por el contrario, fueron una balsa de aceite. Recuerdo una vez que un grupo perteneciente a un sindicato de estudiantes, poco estudiosos, por otra parte, y que no pasaban de ser cuatro o cinco, entró en clase para intentar reventar su desarrollo por alguna protesta rectoral. De allí no se movió nadie, con absoluta indiferencia. Pasotismo, indiferencia, i...

Felices

(Artículo publicado en la sección Club Diógenes de El Diario de Ávila el martes 17 de diciembre de 2019) Cuando Scrooge despertó de buena mañana el día de Navidad, se lanzó a un desaforado e intenso atracón de felicitaciones. Por aquí y por allá. Felicitaciones dirigidas al conocido y al extraño. Al antipático y al dócil. Al humilde y al rencoroso. Daba igual. Cualquiera puede sufrir una transformación al estilo del viejo y avaro Scrooge de Dickens. Por ello, no quisiera ser menos y desear una feliz Navidad a cuantos me pasen por la mente en estos días previos o a quienes quepan en el estricto espacio del que dispongo en esta columna habitual. Así, mi más sincera feliz Navidad a todo el personal de El Diario de Ávila y a quienes colocan en su lugar justo estas absurdas letras que envío cada cierto tiempo; a Pedro Sánchez, no podría ser menos, mi felicitación por llevarnos en un barco sin rumbo al borde de un acantilado. Disfrute del turrón en La Moncloa, no se atragante; a los barb...

Marchen otras tres (elecciones)

(Artículo publicado en la sección Club Diógenes de El Diario de Ávila el martes 19 de noviembre de 2019) Ahora que las bodas duran lo que una historia en instagram (o tres si contamos la preboda, el bodorrio en sí y la postboda), no podemos pretender que la fidelidad a un partido político sea eterna o que permita celebrar un lustro o un decenio. Ya no queda nada tangible, duradero, efectivo o lasting (por usar un anglicismo) que nos encadene más allá de un semestre. Podemos exceptuar, por supuesto, la fidelidad a la tarjeta de El Corte Inglés, que es el síntoma de nuestro país para lo bueno y para lo malo, los compromisos con Hacienda o, para quien goce de ello, que no es el caso, los sentimientos de un equipo futbolero. Para todo lo demás, olvídese usted de compromisos de permanencia, cláusulas de resistencia o anclajes de aquí a la eternidad. Así que duro lo tienen los políticos si pretenden amarrarnos con su voto cuando, por otra parte, el ciudadano medio se da cuenta de que da...

Planeta Ávila

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(Artículo publicado en la sección Club Diógenes de El Diario de Ávila el martes 22 de octubre de 2019) Mientras la ciudad, al menos en parte, o en su simbolismo, que es a veces tanto o más peligroso que la realidad, se iluminaba con las llamas; mientras el resto del país, que aún es el suyo, contemplaba con hastío y estupor ese espectáculo pirotécnico, una minúscula parte de la sociedad catalana, junto a invitados, asistían el martes, festividad de Santa Teresa, según manda la tradición, a la entrega del Premio Planeta. Hay dos planetas en Barcelona, según pareció sentirse en la habitual cena. Los de la barricada son aquellos bisnietos de la bohemia burguesa decimonónica que tanto en Barcelona, como en París o Viena, se mofaban de una cultura oficial y pretendían hacer de las calles un escritorio imaginario donde nada quedara escrito. Muchos de los que estos días se lanzan a la calle, bien en las manifestaciones oficiales, bien en las revueltas de los contenedores y la basura es...

Ito, ita, illo, illa

(Artículo publicado en la sección Club Diógenes de El Diario de Ávila el martes 25 de junio de 2019) Mientras algunos estudiantes se preparan en esta última semana de Junio para la segunda convocatoria de la antigua selectividad y otros, rezagados y adormecidos, ultiman convocatorias universitarias, TFGs y toda suerte de trabajos, media España, rezongona y abotargada, se prepara para el habitual cambio de lenguaje que se produce en estas fechas. De la solemnidad invernal, de los superlativos al compás de los hielos y termómetros, pasamos a un castellano en diminutivo, que se saca del cerebro con la misma celeridad con la que se encuentran los bañadores, camisetas y pareos del fondo del armario. Esas prendas mínimas, coloridas, descansan mezcladas con un calcetín suelto y una manta de lana de la abuela, de la que nadie se acordaba. Media España ama el verano, media España quiere un verano perpetuo de playita, terracita, piscinita, verbenita y ligoteo. Media España suspira por abrasa...

Penitentes

(Artículo publicado en la sección Club Diógenes de El Diario de Ávila el martes 2 de abril de 2019) En la famosa copla de Serrat titulada “Romance de Curro el Palmo” se dice que el bueno de Curro, un español que daba en talla lo que era común en aquella época, despechado de su amor, se leyó unas cuantas novelas baratas “por no ir tras su paso como un penitente”. Afirma María Moliner en su gran diccionario que un penitente es persona “que va en una procesión para hacer penitencia con traje establecido para su uso”. En esta época en la que apenas se leen diccionarios y en la que, por otra parte,  jamás vemos ni veremos a un político, sea del signo que sea, con un libro entre las manos, será digno de diversión y admiración ver a más de uno de ellos desfilar de penitente por las calles de Ávila. A veces uno agradece que los políticos nos aporten con tal generosidad los temas para los escritores de provincias. Al fin y al cabo, la columna del pueblo tiene la misma trascendencia ...

Lo malo

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(Artículo publicado en la sección Club Diógenes de El Diario de Ávila el martes 5 de febrero de 2019) Hacia 1992, Beatriz Navas Valdés era una adolescente madrileña que, como tantas en esa época, llevaba un diario íntimo. Utilizo el pasado del verbo ser porque, exceptuando a lo que les ocurre a algunos incautos, la adolescencia es ese estado gaseoso en formas de burbujas de refresco que afortunadamente pasa. Son adolescentes los de ahora y fuimos adolescentes los de entonces. En ese diario, esa quinceañera de los noventa, rubia, tímida y de carácter fluctuante, da cuenta de sus preocupaciones por los estudios, sus escarceos sentimentales, se parte los sesos  (y el sexo) pensando en si debe besar o hacerle algo a tal chico, hace anotaciones sobre el alcohol, los primeros cigarros, los discos, los conciertos, las fiestas, las tretas para escaparse del instituto y la problemática existencial resumida en el minúsculo centímetro cuadrado de un grano en medio de la frente. El pasado a...

JGB: 8 de enero

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(Artículo publicado en la sección Club Diógenes de El Diario de Ávila el martes 8 de enero de 2019) El 8 de enero de 1990, según cuentan, porque es imposible fijar esos nimios detalles en la memoria, no fue un día especialmente frío sino más bien una jornada nublada, tristona, tan típicamente hostil de enero. Es posible que sea este el mes más cruel del año, pese a lo que digan otros. Son esas jornadas postnavideñas un vertedero en el que hasta las palabras, las cosas, y no digamos las personas, tienen un toque exhausto de decadente desubicación y todo está ya fuera de tono. Una cuesta abajo de los sentimientos donde el más bienintencionado “feliz año” tiene ya su matiz decrépito, como de baile solitario. Ese 8 de enero, hace ya 29 años, fue, sin embargo, un día frío para la poesía pero, aún con esa característica, la jornada resultó mas bien extraña. Los telediarios de la época anunciaron la muerte en Barcelona del poeta Jaime Gil de Biedma. Jaime. Las personas del verbo, Volver...

120 y más

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(Artículo publicado en la sección Club Diógenes de El Diario de Ávila el martes 27 de noviembre de 2018) Eran otros tiempos, otra cultura y otras modalidades de comunicación. Allá por los años noventa apreció uno por primera vez en las páginas de El Diario de Ávila. Nada de importancia y, desde luego, nada que merezca la pena rebuscar entre las páginas amarillas de tan larga y centenaria hemeroteca. El motivo, creo recordar, era un pequeño texto literario, tan adolescente, tan naif, que, sin embargo, tuvo a bien publicar Fernando Romera en un breve suplemento de letras que por entonces dirigía para el Diario los fines de semana. El Diario de Ávila, con aquella horrible mancheta de reminiscencias western, era el periódico de casa, el de la suscripción familiar de mi abuelo, mi padre o mi tío José Ferrer, que llegó a ser largo tiempo accionista de la publicación. Por todo ello, no cabe duda de que en ese momento, en ese contexto, como digo, la aparición de mi nombre en letras de molde...