La estética



Aunque son dos palabras fonéticamente parecidas (ambas esdrújulas y de altos vuelos), nunca hemos creído que la estética lleve a la ética (o viceversa) aunque una dosis alta de cada una adereza mejor la vida, como los guisos. Así que la estética puede guiarte a la larga hacia la ética, de lo cual no hay duda. Yo no sé si estos tipos tienen ese gesto por haber llevado una vida dura: seguramente han llevado la vida que eligieron. Lo que tengo muy claro es que si a estos personajes los ilustras con un concierto para piano de Rachmaninov, un breve poema de Juan Ramón o un cuadro de Cezanne, seguirán impertérritos y con el labio fruncido. Lo cual, de alguna manera, confirma lo que dijimos: donde no hay ética, poco puede hacer la estética. Donde no hubo estética, los dedos seguirán oliendo a pólvora.

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