De buena mañana. 14 de septiembre. Cabizbajos, dolientes. Los símbolos.
(De buena mañana) Cabizbajos, dolientes. Los símbolos.
- De la enorme cantidad y calidad de símbolos que hemos apreciado estos días con los ceremoniales fúnebres de la reina Elizabeth, me quedo con uno de ayer, ocurrido en la Catedral escocesa de St. Giles. El féretro se dispuso a la manera de antiguo catafalco. En lugar de una profusión de hachones y otra parafernalia más típica del barroco español o italiano, la pulcritud anglosajona siguió la senda mínima de representar. Así, sorprendía que a cada esquina del féretro figuraran en actitud contrita, cabizbajos, cuatro veteranos soldados (del cuerpo de arqueros en este caso). Ya en esta disposición hay un glorioso simbolismo pues los cuatro figurantes remedaban la antigua estatuaria efímera que se ponía en estos ceremoniales. Inquietaba su actitud meditabunda, melancólica, su cabeza rígida hacia abajo, su silencio. En el ceremonial español eran los Monteros de Espinosa (que no al revés) quienes tenían el privilegio solemne de custodiar y honrar en la cercanía al cuerpo sagrado del rey.
- De símbolos y otras cuestiones alegóricas hablo con Fernando R. de la Flor, con quien me encuentro en un café de la calle San Pablo de Salamanca. Hablamos de esto, de aquello, como diría Unamuno. No dejamos títere con cabeza pero la conversación transcurre de lo mundano a lo divino. Me dice que los eremitas que seguían a San Pedro de Alcántara tenían la obligación de dormir de pie, con la cabeza apoyada sobre una columna o un pedrusco. No sé por qué, y sin relación alguna, todo ahora me recuerda a los ceremoniales de la Reina.
- Juventud, egolatría. Salamanca está en ferias y las calles se han llenado ya de universitarios. Para exaltar la juventud no hacen falta simbolismos. Está todo bien claro. La juventud insulta solo con la vista.
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