De buena mañana. 23 de septiembre. Hoy fácil.
(De buena mañana) Hoy fácil.
- Es fácil hacer chistes con una ministra como Irene Montero. Hacerlo sobre Paul Auster o sobre Kant es más complejo. No me sale de buena mañana. Lo de la Ministra no tiene mérito. Megafácil. Superguay. ¿Lo ven? Ya hemos empezado. Pero como toda acción tiene su reacción, hoy muchos hacen esfuerzos ímprobos para disculparla. Que si los nervios, que si la tensión del momento, que se hizo un lío con los argumentos. En las clases a veces tiene que salir un alumno a exponer un tema: se lía, se queda en blanco, dice lo contrario de lo que quiere decir, que si el Lazarillo era un chico de Albacete que se fue en moto con un sordomudo... En esa ocasión se le disculpa. La siguiente vez lo hará mejor. Y si el profesor es bueno, le dará pautas y mejorará en una tercera exposición. Pero la señora Montero no es una alumna. Es una señora a la que le pagamos una cantidad indecente de dinero. Puedo asegurar que si a mí me dan 300, 500 o 700 euros por una conferencia me la preparo a conciencia. Salvo que me toque hablar del sexo de los ángeles. Pero en ese caso tiraría de creatividad y seguro que saldría algo chulo, guay, jope. ¡Anda que no se pueden decir cositas del sexo de los ángeles!
- Buscar atardeceres es fácil. Es un síntoma de nuestro tiempo. Instagram y las redes se llenan cada día de horas doradas, sunsets, il tramonto, la puesta de sol. Hay mucha más belleza en los amaneceres. Pero la peña no está dispuesta a levantarse a las seis para subir una foto. Yo tampoco. Así que, como la ministra, voy también a lo fácil.
- Resulta ahora que el escalafón taurino está paralizado. Expliquemos: es una especie de listado donde figuran por orden de actuaciones los toreros con sus resultados. Como la liga, como la Champions, solo que en este caso el premio es moral o redunda en el beneficio del propio matador. Conocemos de toda la vida el escalafón: las corridas que lidió Manolete, las de Luis Miguel Dominguín, Rafael de Paula etc. Y todos pensábamos que de eso se encargaba algún funcionario, algún organismo que llevara la cuenta. Pues no era así. Ahora nadie lo lleva. Y el escalafón se paralizó a mediados de agosto aunque los festejos y los triunfos continúan en este año en que Morante llegará a los cien festejos, aunque el escalafón diga que son 74. Lo fácil es contar los números. Lo difícil saber lo que ocurre cada tarde. Hoy Morante y Juan Ortega en Sevilla. Y en televisión también, que es más fácil y barato.
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