De buena mañana. 28 de septiembre. Homenajes.
(De buena mañana) Homenajes.
- De buena mañana o de tarde buena (las noches no las trabajo, como dicen los tenderos), me gusta meterme donde no me llaman. En una cafetería de una facultad hay una joven que destaca por un poco discreto tatuaje en la parte posterior de la muñeca. Son dos letras unidas, tipografía redonda, tamaño o calibre 112, como para no verlo.
ae, minúsculas.
La joven me mira al principio sorprendida, le pega un sorbito al café y se mira el antebrazo.
- ¿Qué es Air Europa? - me pregunta.
- Una compañía de aviones, como Iberia, British Airways etc.
- Ah, no, nunca he montado en avión, me dice sonriente.
Sigo sin saber el motivo de su tatuaje. Como desconozco los códigos del gremio, no sé si está bien preguntar la genealogía, los motivos, la escuela de estos tintes sobre piel como si de un fresco de Giotto se tratara. Tarda en responderme.
- Bueno, me lo hice hace unos cuantos años, en plan tontería de cuando cumples 16 años. Estoy pensando en modificarlo.
- ¿Algo personal?
- Qué dices, tío. Ni me acuerdo. Me aposté que me tatuaría las siglas de Arriba España en un lugar visible. ¿Cómo decías que se llamaba esa compañía?
- Air Europa, anda un poco a la baja, y eso es malo para los aviones - La ironía no es lo suyo. Tampoco lo mío.
- Ostras, pues al próximo que me pregunte le diré que me hice un tatuaje por Air Europa, a lo mejor me pagan algo.
- En la caja del supermercado de El Corte Inglés, un señor de americana rosa muy vistosa, con gafas de pasta y pinta de productor de Hollywood, pasa un carro de compra que a la postre da el resultado de 675 euros. Creo que deberían haber tocado una campana o que saliera un grupo de majorettes con confetti a festejarlo. El señor se ha dado un homenaje con bogavantes incluidos. Sin embargo, hasta la cajera le ha dicho el importe en voz baja, como si fuera un joven que hubiera ido a una farmacia a comprar preservativos. Pago yo mi carro por un importe de 39 euros. La señorita lo dice con voz clara. No hay vergüenza ni homenaje en ese importe.
-Una ministra del Gobierno dice que no se pueden comer fresas fuera de temporada. Todo lo que está fuera de temporada suele ser lo más rico, sabroso y apetecible, como el turrón en marzo o los melones de invierno, que en este país abundan. Son tan tristes y cenizos que no nos permiten ni darnos un homenaje a la buena de Dios.
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