de buena mañana. 23 de abril. El Papa me mira a mi.
(De buena mañana) El Papa me mira a mi. - A diferencia del común de los mortales, no tengo ninguna anécdota personal con el Papa Bergoglio, ya muerto y enterrado. Esto es como los tatuajes: la minoría no tiene tatuajes y una minoría no ha estado a dos metros del Papa. Pese a la simpatía que pueda tener el personaje (amabilidad y empatía no se le niegan), las loas y comentarios en la prensa han rayado lo patético. Y aquí en el pueblo más: "el papa quería mucho a Ávila", ha dicho nuestro alcalde. Otros afirman: "nos recibió y nos hizo mucho caso" (dos minutos de audiencia). "Qué bondad en su mirada cuando nos saludó" (de paso por la plaza De San Pedro, después de saludar a quinientos". Como uno ha ido mucho a Roma (ha habido años que hasta tres veces), por fuerza tienes que coincidir con el hombre de blanco, que decía Lorca. Me pilló allí la fumata blanca de Benedicto (Media entrada en la plaza). Demasiado intelectual, troppo vero como con el retrato ...
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