De buena mañana. 4 de noviembre. Patriots to Arms.

 (De buena mañana) Patriots to Arms.

- Tengo una desafección extraña con los trenes. Cuando, muy ocasionalmente, monto en uno trato de convencerme a mi mismo de la comodidad, de poder ir leyendo un libro o un periódico, de no tener que buscar un aparcamiento ni pagar un peaje...Después llegas a la estación de una ciudad grande y te toca caminar, buscar un taxi y pronto piensas: podría haberme traído el coche.

La lectura en el tren es a trompicones, de manera poco atenta. De vez en cuando pasas del periódico al móvil, del móvil al libro y de este a los paisajes yertos de Castilla. Esa sublimación paradisiaca de Azorín y Machado sobre el secarral morañego y la estepa rusa, perdón, vallisoletana. En otros ratos, no queda otra que escuchar las conversaciones.

Se había quedado el tren medio vacío en Ávila y subimos unos pocos con destino Valladolid. En un momento dado del trayecto el tren quedó varado en mitad de una estación abandonada, en medio de la nada, lo cual sumó minutos de retraso.
- Uy. Esto es que viene otro tren más rápido y hay que dejarle paso - dijo un señor cercano.
- Claro, los trenes ricos tienen prioridad de paso - apostilló el de enfrente.
- A mi esto me da mucho miedo. Mucho - interpeló una señora mayor.
- Es normal esto.
- No es normal, a ver si no se da cuenta y nos choca. Esto me da mucho miedo. No sería la primera vez.

A los pocos minutos, por la vía colindante pasó otro tren, raudo, ligero, casi invisible. Debía de ser, como dijo ese señor, el tren de los ricos. Nosotros ocupábamos el de los pobres. Lo importante es que ningún tren expreso, o como se llamen ahora, nos embistió y pudimos continuar nuestro lento traqueteo por las planicies castellanas.

- Ayer tenía en mi mente todo el rato la canción "Up Patriots to Arms" (Arriba patriotas, a las armas) de Franco Battiato, un éxito del año 1980. Aunque se trataba de una finísima ironía musical (yo no tengo la culpa / de que exista la imbecilidad), fue en su época un himno político: los años de las Brigadas Rojas y sus crímenes, la Camorra, las corruptelas de la Democracia Cristiana. Battiato es un oasis recurrente para todo tipo de situaciones. "Up Patriots to Arms" volvió de nuevo como protesta en los años de Berlusconi. Tiene su melancólica continuación en otro himno, de título "Povera Patria" (Pobre patria) al que los italianos recurren convenientemente cuando las cosas no van bien. Vamos, cada dos o tres años. En aquella época en que me iba a las giras veraniegas de Battiato por Italia recuerdo como toda la plaza, el auditorio o el estadio saltaba como un resorte ante este fragmento: "entre los gobernantes, cuantos perfectos e inútiles bufones..."

Estoy ahora en estos días más en el modo "Up Patriots to Arms". Lo de "Povera Patria" es redundante. Nuestros gobernantes no son precisamente bufones sino unas sabandijas de palacio, como dijo Gracián, que saben muy bien lo que hacen aunque no sea ni moral, ni coherente ni correcto. Y solo espero, como en Italia, que ese partido centenario desaparezca, quede reducido a cenizas. Y que no volvamos a ver, como decía Battiato, "a gente infame que no sabe que es el pudor".

- No hay cosa más triste en la vida que un tren de vuelta. Puede que sean los mismos vagones que en la mañana pero una estación nocturna en un día otoñal como el de ayer se llena de una espesura en blanco y negro. Pasé todo el día en un congreso de trabajo en Valladolid, de esos en los que no ves la hora de concluir ni del regreso. Como me sobró algo de tiempo, entré en la cafetería de la Estación de Campo Grande. Inenarrable. A mi lado en la barra una joven se pidió un gin tonic.
- ¿Día duro no? - le dijo el camarero.
- Sin parar, a ver si me animo.

Una copa con el día vencido en una ruidosa y cutre estación de provincias es la metáfora ideal de una derrota. España, noviembre de 2023. Pobre patria. Y yo de vuelta en un tren pobre.


© Texto y fotos David Ferrer, 2023.

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