De buena mañana. 27 de enero. Historial de un virus.

 (De buena mañana) Historial de un virus.

- Nunca usé Twitter. Ahora X. Pereza y miedo. La primera la produce el hecho de tener que salir a airear tu bilis, tus filias y fobias a un balcón sin saber el paisanaje que anda a esas horas por la calle. Sales, gritas y te escucha un paseante con un perro o, por arte de magia, te responden miles. Y la bobada que has dicho se extiende como un virus. Y ahí está el miedo igualmente. No tengo, por tanto, un X personal pero sí uno asociado a alguno de los proyectos que llevo. Generalmente digo cosas asociadas a ese tema y me ¿leen? 30, 60. Como salir al balcón de la plaza un domingo por la mañana.
El otro día, en cuanto me enteré de la salida fulminante de Fernando Savater, se me ocurrió escribir un mensaje, o como se llame, en X. A los cinco minutos ya tenía 15 comentarios y lo habían leído 500. Al día siguiente eran casi quince mil, mucho más que la marcha de los diez mil de Jenofonte. Y, por supuesto, mensajes, muchos mensajes, y no de cariño: lo ya sabido, de facha para arriba. (Algo raro pasa en un país cuando todo el mundo es facha para otra parte del país, pero ese es otro tema).
El miércoles me estrenaba en la contraportada de El Diario de Ávila: dicen, o decían, que es mejor sitio, que se lee más. Poco importa. Los periódicos en papel son poco leídos y al lector de internet no le importa la ubicación del texto impreso. Seguí con el tema savateriano. Y la verdad es que me quedó una columna vistosa. Pensaba uno: ahora la cuelgo también en Twitter y los responsables de El Diario se van a poner contentos si consigo otras quince mil visitas. Otra expedición y heroicidad contada por Jenofonte. Pues bien, ha sido mi columna menos leída. Unos 300. Espartanos, poco más o menos.
Están bien estas veleidades de la fortuna en forma viral o digital. Nunca sabes por donde van los tiros, nunca sabes si la botella lanzada al mar llegará a uno o muchos lectores.
- Me criticaba uno de esos contestatarios de X y afirmaba que las columnas de F.S. eran ofensivas. A mi me ofenden otras cosas, la mala escritura, por ejemplo. Hoy todo el mundo escribe bien o tiene la capacidad para ello. Antes en El País se escribía muy bien, independientemente de que te gustara el contenido. Ahora no: hay gente que escribe mal, y lo saben. Luz Sánchez Mellado, por poner un nombre. Ya no digamos cuando el periódico contrató a una emergente poetisa, que salió por la puerta de atrás. El País lo era todo. Ahora es menos.
- El miércoles por la tarde me llevé a mis alumnos extranjeros a una visita al Archivo Histórico Provincial de Ávila. ¿Podrá interesarles un sitio tan técnico? Pues sí, salieron encantados, hicieron un montón de preguntas y se interesaron por muchos aspectos. Cada vez que acabo la clase, van saliendo uno a uno y me dan las gracias por la explicación. Sienten que para ellos es un privilegio que alguien les dedique tiempo o que les enseñe cosas, palabras, costumbres. Las buenas costumbres nunca se contagian. El debate de la semana se ha centrado en la Ebau única o dispersa. Me temo que es estéril. La educación española obligatoria ya está condenada. Y el virus de lo feo, de lo simplón, de la bajeza se extiende como un mensaje en Twitter. O X, que suena pornográfico.
© Texto y fotos David Ferrer, 2024
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