(De buena mañana) El arte de no hacer nada. - Está mal visto no hacer nada. De adolescente me encantaba ese poema tan poco juvenil de Gil de Biedma que decía (cito de memoria): "no leer, no sufrir, no pagar cuentas y vivir como un noble arruinado entre las ruinas de mi inteligencia". Ha sido este pasado un curso intenso: además de los cursos habituales, me he enfrentado a una enseñanza nueva sobre la que tuve que construir sobre la marcha cimientos, andamiaje, forjados y tejado. Y en horario vespertino. Como para hacer algo después. Llega San Lorenzo como el primer aviso del fin del verano. Aún quedan nuevos toques. Apenas he viajado, no he escrito un libro nuevo, llevo una vida social de monje capuchino. Por contra, no me dan envidia las hordas que pasean por Santorini, Formentera o Matalascañas. Así que hago recuento de cosas nimias: - Cada atardecer veo acercarse sigilosamente un gato, que merodea con respeto por la estatua de Afrodita. No la toca ni la derriba. Le dejo ...
Comentarios
Publicar un comentario